Las Leonas derrotaron por 4 a 1 a Nueva Zelanda en el primero de cinco amistosos que se disputan en Rosario. Con este triunfo, y con la presencia de Luciana Aymar en cancha, se dio inicio al ciclo de Marcelo Garraffo. Mañana, desde las 20 y por TyC Sports, volverán a enfrentarse.
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Foto Archivo: Prensa CAH/Matías Correa Arce
A las Leonas le sienta bien Rosario, es una realidad. Una vez más el Estadio Mundialista recibió a las campeonas del mundo, en lo que marcó el inicio de la era Garraffo. El equipo argentino se impuso por 4 goles contra 1 a su par de Nueva Zelanda, en el primer amistoso de la serie. Daniela Sruoga, Carla Rebecchi por duplicado, y Noel Barrionuevo fueron las goleadoras albicelestes, mientras que para las blacksticks descontó Gemma Flynn.
En los primeros minutos del encuentro el juego fue muy dinámico, y ambos equipos apuntaron a cambiar defensa por ataque en cuestión de segundos. Por ambos lados se evidenciaron pases largos entre defensoras y delanteras. El partido era parejo, con llegadas poco claras por parte de los dos equipos. Luciana Aymar, en su regreso a casa, fue sin dudas la figura de la cancha. Desequilibró constatemente por derecha y se conectó muy bien con Silvina D´elía en la salida. La mejor jugadora del mundo se hizo eje de su equipo, que recién a los 22 minutos de juego se pondría en ventaja, luego de pasar algún momento de zozobra en el círculo que bien defendió Florencia Mutio. De esta forma, en el segundo córner corto que generó el combinado albiceleste, se produjo la apertura del marcador. Luego de la arrastrada de Noel Barrionuevo, la arquera dio rebote y Daniela Sruoga levantó la bocha de revés directo a la red.
Tras el primer gol, el partido comenzó a encaminarse en favor de las locales, que hasta entonces no habían sabido marcar la clara diferencia que existe entre ambos equipos. Tres minutos después del gol de la mayor de las hermanas Sruoga, Luciana Aymar hilvanó una gran jugada por derecha, eludió rivales como es su costumbre, tiró al arcó y, tras el rebote de la arquera neozelandesa, Carla Rebecchi marcó el segundo tanto para las Leonas. Ya sobre el final de la primera mitad, y ya habiendo sonado la chicharra, las campeonas del mundo tuvieron otra chance en la jugada fija. Noel Barrionuevo, con una exquisita arrastrada pegada al primer palo, puso el 3 a 0 para Argentina, que se fue al descanso con la tranquilidad de un marcador favorable.
En el complemento, Nueva Zelanda salió decidida a inquietar el círculo nacional y, de hecho, lo logró. Las blacksticks se lanzaron en ataque aferrándose a la velocidad de sus jugadoras y a la habilidad de Anita Punt, que lideró gran parte de los intentos neozelandesas. Las oceánicas generaron cuatro córners cortos, todos bien defendidos por la arquera argentina. Las Leonas, por su parte, también tuvieron su chance en el fijo, pero a diferencia de su rival, no perdonaron. Barrionuevo, encargada de la ejecución, encontró con precisión a Carla Rebecchi, que de desvío marcó el cuarto gol argentino, segundo en su cosecha personal. Finalmente, a cuatro minutos del final, Nueva Zelanda logró el descuento. En otro corto para la visita, Gemma Flynn recibió una bocha cerca del segundo palo de Mutio y sin problemas efectuó el pase a la red.
De esta forma concluyó el primer partido de Marcelo Garraffo como técnico de las Leonas. Con nuevo cuerpo técnico, pero con un funcionamiento similar al del ciclo anterior, las chicas argentinas volvieron a sonreír en el Estadio Mundialista. La primera prueba fue superada con éxito, y ahora sólo resta esperar que corra el tiempo para empezar a vislumbrar la mano de Garraffo en un equipo que siempre invita a soñar.
