Luego de la dura derrota por 1 a 0 frente a Estados Unidos, Las Leonas enfrentarán a Nueva Zelanda por la tercera fecha del Grupo B. El encuentro se llevará a cabo este jueves a las 17.15 de Argentina y representará un escollo fundamental para las aspiraciones nacionales de alcanzar el primer objetivo propuesto: acceder a semifinales. En esta nota, el análisis del rival con el que se enfrentarán Las Leonas.
(Foto archivo: Kenny Rodger/ photosport.co.nz)
El partido frente a Nueva Zelanda será clave para Las Leonas. En principio porque las chicas argentinas necesitan volver a sumar de a tres para regresar a la cima de la tabla de posiciones, más teniendo en cuenta que su próximo rival es el actual puntero, que acumula seis puntos, fruto de las victorias 1 a 0 frente a Australia y 4 a 1 ante Sudáfrica. Pero fundamentalmente porque luego de la derrota con las norteamericanas, a las campeonas del mundo les urge reencontrarse con su juego. Será entonces un encuentro importantísimo para los números, así como para lo anímico.
Argentina deberá dejar atrás lo sucedido en el último partido, aunque seguramente los errores cometidos frente al seleccionado estadounidense le servirán y mucho al equipo dirigido por Carlos Retegui. Una de las claves será trabajar en el juego colectivo, déficit de Las Leonas en la caída a manos del combinado norteamericano. Durante la mayor parte del encuentro, las argentinas tendieron a lo individual, lo cual deberán mejorar frente a Nueva Zelanda, que defensivamente presenta características similares a las de Estados Unidos: una férrea marca, utilizando continuamente doblajes, fundamentalmente sobre las jugadoras más desequilibrantes de Argentina, y un contraataque muy veloz, aprovechando la dinámica de todas sus líneas.
Si se revisa el historial, Nueva Zelanda nunca le arrebató siquiera un punto al seleccionado albiceleste en los Juegos Olímpicos, puesto que Argentina resultó vencedora en las tres oportunidades en las que se enfrentaron. Fue 7 a 1 en Sidney 2000, 3 a 0 en Atenas 2004 y 3 a 2 en Beijing 2008, torneo en el que las oceánicas finalizaron en la última posición. Sin embargo, el último antecedente entre estas dos selecciones data de la más reciente edición del Champions Trophy disputado en Rosario, en el que Argentina gritó nuevamente campeón. En aquella oportunidad, el combinado de Oceanía inquietó y mucho a las número dos del ranking mundial, poniéndose dos goles a cero arriba en el marcador a los 11 minutos del complemento. Recién a cuatro del final, Silvina D´elía empató el encuentro de córner corto. Nueva Zelanda le jugó de igual a igual a la Argentina, le cerró los espacios y la incomodó cada vez que ingresó a su círculo.
El seleccionado oceánico no es precisamente un equipo de vasta experiencia, puesto que tan sólo cinco de sus jugadoras superan los 100 partidos internacionales. Argentina deberá entonces tomar las riendas del encuentro desde el minuto cero, asumiendo su rol de favorito y protagonista, intentando no desesperarse si pasan los minutos y el arco no se abre, y manteniendo la calma frente a un equipo que seguramente apostará a una asfixiante marca. La defensa del círculo también será vital para Las Leonas, ya que Nueva Zelanda tiene jugadoras de buena técnica, que resultan desequilibrantes en los últimos metros y pueden complicar si encuentran a la argentina mal parada. Será fundamental, además, estar finas en la ejecución de los córners cortos, arma fundamental del equipo albiceleste.
De esta forma, da la sensación de que mucho de lo que suceda en este enfrentamiento dependerá de lo que propongan las chicas dirigidas por el Chapa Retegui, y de lo que ellas hagan para evitar que su rival adquiera protagonismo y confianza. Deberán entonces imponer su chapa de campeonas del mundo frente a un equipo neozelandés que nunca ganó una medalla olímpica, pero que está teniendo un muy buen torneo. Las Leonas salen a la cancha en busca de una victoria que las regrese a la cima de la tabla de posiciones. Se enfrentan al puntero, en busca de revancha.
