Luego de una categórica goleada frente a Sudáfrica por 7 a 1 en el inicio de esta 30ª edición de
los Juegos Olímpicos, las campeonas del mundo se enfrentarán a Estados Unidos, quien fuera
su verdugo en la final de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011. De esta forma, el
seleccionado argentino de hockey sobre césped se medirá con su par estadounidense el próximo
martes a partir de las 15, en lo correspondiente a la segunda fecha del grupo B.
Siempre se ha dicho que el deporte da revancha, y en busca de ella irán las Leonas. El equipo
dirigido por Carlos Retegui tiene una espina bien clavada en su orgullo, y el responsable es
justamente el conjunto norteamericano, que lo superó por 4 a 2 en la final de los últimos Juegos
Panamericanos disputados en Guadalajara. Ese plantel, que sometió a las Leonas con goles de
Paige Selensky, Shannon Taylor, Kathleen O´Donnell y Michelle Vittese, presenta tan sólo tres
cambios. Keli Puzo, Kayla Bashore y la arquera Amy Swensen, todas con más de 150 partidos
internacionales en su haber, serán las tres variantes con respecto al equipo que obtuvo el pasaje
directo a estos Juegos. Por el lado de Argentina, sólo Florencia Habif, Martina Cavallero y las
arqueras Mutio y Del Colle no fueron de la partida en aquel recordado encuentro.
Seguramente el cuerpo técnico argentino ha estudiado hasta el cansancio aquella final en la cual
el seleccionado nacional nunca pudo encontrarle la vuelta a la férrea defensa estadounidense.
Dueñas de una marca asfixiante, las defensoras norteamericanas construyeron un muro en su
círculo y pudieron explotar al máximo el contragolpe. El mediocampo y la defensa albiceleste, por
su parte, sufrió durante los 70 minutos el despliegue físico de su rival que apostó al repliegue y a
la contra, teniendo claramente mucho éxito en su decisión. También fue clave la agobiante marca
personal que sufrió Luciana Paula Aymar durante todo el cotejo y que, a medida que pasaban los
minutos, frustraba cada vez más a la capitana argentina.
Pero el encuentro del martes próximo será otra historia, y dependerá de las chicas argentinas
escribirle un final feliz. Aquella definición de los Panamericanos ya quedó atrás, y las campeonas
del mundo deberán recurrir a todo su potencial para volver a demostrar que son superiores a
Estados Unidos. Las norteamericanas tienen un juego muy claro: esperan a ver que propone su
rival, siempre confiando en la solidez de su defensa y de su arquera, y luego apuestan a una rápida
contra, impulsada por la velocidad de sus mediocampistas y delanteras. Se trata de un equipo
extremadamente fuerte y dinámico, que no teme ir al choque y siempre está predispuesto a la
fricción. Tienden a marcar hombre a hombre y de una forma sumamente asfixiante, por lo cual Las
Leonas tendrán que ser pacientes a la hora de buscar los espacios para atacar y penetrar el círculo
contrario, y deberán encontrar el equilibrio emocional justo para no frustrarse ante el juego físico
que propone Estados Unidos.
El desarrollo del partido probablemente dependa de lo que proponga Argentina, y las Leonas
deberán apelar a toda su inteligencia y habilidad y, fundamentalmente, a la experiencia de sus
jugadoras con más batallas en su haber. Será clave defender bien el círculo y manejar con astucia
los tiempos del encuentro, puesto que puede resultar peligroso entrar en el juego tan físico que
propone Estados Unidos que, tras la derrota por 2 a 1 frente a Alemania, intentará sumar sus
primeros puntos en estas Olimpíadas. De esta forma, sólo resta esperar hasta el martes a las 15,
cuando las 16 Leonas olímpicas salgan al sintético londinense en busca de otra victoria, que les
permita seguir soñando.
Luego de una categórica goleada frente a Sudáfrica por 7 a 1 en el inicio de esta 30ª edición de los Juegos Olímpicos, las campeonas del mundo se enfrentarán a Estados Unidos, quien fuera su verdugo en la final de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011. Será este martes, a las 15 hs de Argentina, en lo correspondiente a la segunda fecha del grupo B.
Foto: Federación Panamericana de Hockey
Siempre se ha dicho que el deporte da revancha, y en busca de ella irán las Leonas. El equipo dirigido por Carlos Retegui tiene una espina bien clavada en su orgullo, y el responsable es justamente el conjunto norteamericano, que lo superó por 4 a 2 en la final de los últimos Juegos Panamericanos disputados en Guadalajara. Ese plantel, que sometió a las Leonas con goles de Paige Selensky, Shannon Taylor, Kathleen O´Donnell y Michelle Vittese, presenta tan sólo tres cambios. Keli Puzo, Kayla Bashore y la arquera Amy Swensen, todas con más de 150 partidos internacionales en su haber. Por el lado de Argentina, sólo Florencia Habif, Martina Cavallero y las arqueras Mutio y Del Colle no fueron de la partida en aquel recordado encuentro.
Seguramente el cuerpo técnico argentino ha estudiado hasta el cansancio aquella final en la cual el seleccionado nacional nunca pudo encontrarle la vuelta a la férrea defensa estadounidense.
Dueñas de una marca asfixiante, las defensoras norteamericanas construyeron un muro en su círculo y pudieron explotar al máximo el contragolpe. El mediocampo y la defensa albiceleste, por su parte, sufrió durante los 70 minutos el despliegue físico de su rival que apostó al repliegue y a la contra, teniendo claramente mucho éxito en su decisión. También fue clave la agobiante marca personal que sufrió Luciana Paula Aymar durante todo el cotejo y que, a medida que pasaban los minutos, frustraba cada vez más a la capitana argentina.
Pero el encuentro de mañana será otra historia, y dependerá de las chicas argentinas escribirle un final feliz. Aquella definición de los Panamericanos ya quedó atrás, y las campeonas del mundo deberán recurrir a todo su potencial para volver a demostrar que son superiores a Estados Unidos. Las norteamericanas tienen un juego muy claro: esperan a ver que propone su rival, siempre confiando en la solidez de su defensa y de su arquera, y luego apuestan a una rápida contra, impulsada por la velocidad de sus mediocampistas y delanteras. Se trata de un equipo extremadamente fuerte y dinámico, que no teme ir al choque y siempre está predispuesto a la fricción. Tienden a marcar hombre a hombre y de una forma sumamente asfixiante, por lo cual Las Leonas tendrán que ser pacientes a la hora de buscar los espacios para atacar y penetrar el círculo contrario, y deberán encontrar el equilibrio emocional justo para no frustrarse ante el juego físico que propone Estados Unidos.
El desarrollo del partido probablemente dependa de lo que proponga Argentina, y las Leonas deberán apelar a toda su inteligencia y habilidad y, fundamentalmente, a la experiencia de sus jugadoras con más batallas en su haber. Será clave defender bien el círculo y manejar con astucia los tiempos del encuentro, puesto que puede resultar peligroso entrar en el juego tan físico que propone Estados Unidos que, tras la derrota por 2 a 1 frente a Alemania, intentará sumar sus primeros puntos en estas Olimpíadas. De esta forma, sólo resta esperar hasta el martes a las 15, cuando las 16 Leonas olímpicas salgan al sintético londinense en busca de otra victoria, que les permita seguir soñando.
